Tras más de 400 entrevistas a profesionales de la ciberseguridad de diferentes empresas, industrias y países, se han extraído las siguientes conclusiones del estudio:
- Aumento de incidentes. El 67% de los encuestados reconoce que se ha producido un aumento en los incidentes de seguridad.
- Sobrecarga de alertas. Las organizaciones no son capaces investigar correctamente el 25% de sus alertas de seguridad.
- Problemas de clasificación. El continuo aumento de alertas y ciberataques provoca que un 93% de los encuestados sea incapaz de clasificar todas las amenazas potenciales.
- Causas de este incremento. De los encuestados que informaron de un aumento en los incidentes, el 57% afirma que son atacados más a menudo, mientras que el 73% cree que son capaces de detectar mejor los ataques.
- Señales de amenazas. Para el 64% de los encuestados, las señales de detección de amenazas más comunes continúan siendo los puntos de control de seguridad tradicionales: antimalware, firewall y sistemas de prevención de intrusiones.
- Proactivo vs. Reactivo. La mayor parte de los encuestados afirma ir avanzando en el objetivo de alcanzar una estrategia de seguridad proactiva; pese a ello, el 26% sigue operando en modo reactivo.
- Adversarios. El 68% de las investigaciones en 2015 involucraron a una entidad específica, ya sea como un ataque externo dirigido o como una amenaza interna.
- Causas para la investigación. Los encuestados consideran que el malware genérico ha encabezado la lista de incidentes (30%), seguido de ataques malware dirigidos (17%), ataques a las redes (15%), pérdidas de datos originados por incidentes internos (12%), amenazas internas (10%), ataques directos de otros países (7%) y `hacktivismo´ (7%).